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Hispania Antigua
TARTES

Unidad. A/ Busto a derecha, en parte burilado. R/ Sábalo y espiga a derecha; en medio leyenda latina TARTES. AE 10,97 g. VILL- No. I- No. V- No BC+. Muy curiosa. Fantasía del siglo XVIII.

Ex HSA-11900.
La moneda de Tartes que presentamos es uno de los más claros ejemplos de invenciones numismáticas que se realizaron en el siglo XVIII. El primero en dejar constancia de ella fue el padre Flórez en su Medallas de las colonias, municipios y pueblos de España, cuyo tercer tomo se editó en Madrid en 1773. Además de ilustrarla en su tabla nº LXVI con el nº 2, habla de la buena conservación de la moneda, depositada en el monetario del Infante D. Gabriel, y de su importancia como constatación de una de las poblaciones más antiguas del mundo, la de la mítica Tartesos. Es más, por la tipología, se inclina a que la ciudad emisora se podría identificar con Cádiz, ya que conoce una moneda semejante, también con espiga y pez y leyenda MVN GADES (evidentemente otra invención).
No sabemos si el mismo ejemplar, u otro semejante, se documenta más tarde en la famosa colección García de la Torre, donde ya se constata su falsedad. Finalmente, Vives en La moneda hispánica remata la cuestión explicando que esta pieza no es sino un as de Carmo retocado a buril, y convertida la espiga inferior en un pez indica que, además de la moneda de García de la Torre cuenta con un ejemplar en su propia colección.
La fabricación de esta moneda hay que situarla en un ambiente, el del siglo XVIII español, en el que el coleccionismo numismático está muy extendido en las capas más ilustradas de la sociedad y en el que las monedas son utilizadas como fuente esencial para la identificación de las ciudades antiguas.