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Fernando el Católico

Ducado de Proclamación. Valencia. A/ +FERD9x Dx Gx REXx ARAGOx CASTELLE:. R/ +VALENCIEx FELICITERx REGNANTISx, V-A a los lados del escudo. AU 3,54 g. IV-1192. CA-71. Ligeramente alabeada. EBC-/EBC. De la más alta rareza.

Ex HSA-57.875
Con Fernando el Católico se producirá la unificación de todo el numerario de oro alrededor del ducado. Precisamente, el primer ducado de la Corona de Aragón a nombre de Fernando II es el que se hará en Valencia en 1479, conocido como Ducado de Proclamación, debido a su leyenda específica. La Leyenda de anverso hace referencia, como era tradición, al reino principal de la Corona, Aragón, al que se añade en este ocasión el título real castellano-leonés, mientras en reverso se coloca el título del reino específico en el que se acuña la moneda, Valencia, seguido de la frase Feliciter Regnantis, que nos indica su finalidad de proclamación real. Recordemos que a la muerte de Juan II (Barcelona, 19 de enero de 1479) Fernando se encontraba en Extremadura acabando con la guerra civil (victoria de La Albuera, 24 de febrero de 1479) y sólo pudo pasar a la Corona de Aragón varios meses después para jurar los fueros y libertades de cada territorio (Zaragoza, junio; Barcelona, septiembre; y Valencia, octubre) volviendo luego rápidamente a Castilla (octubre). Esta ausencia física del monarca, que pronto se convirtió en casi permanente, y la necesidad de dar visibilidad al cambio producido en el trono fue el origen de esta acuñación excepcional. La iniciativa de esta acuñación pudo deberse al entonces Lugarteniente General del Reino de Valencia, el Infante don Enrique de Aragón, primo hermano del rey y que deseaba mostrar públicamente su fidelidad al nuevo monarca, por lo que poco después fue nombrado Lugarteniente General de Cataluña (noviembre de 1479). Por todo ello esta pieza es una moneda excepcional y que no tuvo continuidad, ya que inmediatamente se volvieron a acuñar los tradicionales florines en Valencia, hasta que unos años después (1483) se iniciaron las emisiones de los nuevos ducados (excelentes) valencianos a nombre de Fernando e Isabel, con tipología totalmente distinta. Este ducado no lleva la marca del maestro de ceca, que en ese año era Andrés Catalá (C), las interpunciones son aspas (x) y las poquísimas piezas conocidas son todas del mismo cuño.